CONVIÉRTETE EN COLECCIONISTA

    El arte, a veces silencioso, a veces gritador, nos guste o no, es un eterno compañero de la existencia y el progreso humano; es una expresión del espíritu y el momento creativo de la imaginación. Siendo parte de esta cultura, solo podemos enriquecernos con estas experiencias.

    Una obra de arte no está destinada a la satisfacción del consumidor. Más bien, es un artefacto que crece junto con el alma del espectador, el capital en el que invertimos nuestros puntos de vista mentales y éticos.

    Cualquier inversión en arte espiritual tiene interés en el crecimiento personal. Si nuestra mirada se vuelve consciente y deliberada, nos hacemos partícipes de una historia, sin olvidar que somos nosotros mismos los creadores de esa narración; la pintura sirve simplemente como palanca para nuestros pensamientos.

    Las invaluables y originales obras de arte de Uros Paternu apuntan al inagotable poder de expresión del autor. Sus pinturas, representaciones magistrales realizadas dentro de la legalidad de la realidad artística, son testimonio de la riqueza del espíritu y se convierten en campos autónomos, imágenes vívidas del pensamiento creativo.

    Las obras de arte, que reflejan el temperamento del autor, son expresión de vitalidad y contrastan vivamente con la cultura vacía actual, despreocupada de las preguntas sobre el sentido de la vida, la búsqueda del orden, la armonía y la estética, que culminan en una actitud ética responsable del hombre hacia sus semejantes.